En la tarde del Viernes Santo nuestra Cofradía organiza la procesión de la Verónica y las Tres Marías.

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El paso que participa es una representación en vivo y es llevada a cabo por cuatro jóvenes muchachas de la Cofradía que no hayan contraído matrimonio hasta la fecha.

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​La Verónica porta simbólicamente el paño con el que fue enjugado el rostro de Jesús en su camino hacia el Calvario, y donde quedaron impresas sus facciones. Las tres Marías (María Salomé, María de Cleofás y María Magdalena) portan los elementos más representativos de la Pasión de Cristo, como son los clavos, la corona de espinas y la tablilla con la inscripción "INRI" que los verdugos colocaron en la cruz de Cristo y que quiere decir "Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum" (Jesús de Nazaret, rey de los judíos).

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Desde la antigüedad, para poder representar la figura de la Verónica, existe la costumbre de que las muchachas tienen que participar como Marías durante tres años, costumbre que se ha ido manteniendo con el paso de los años.

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Tal como marca el ritual, momentos antes de la procesión, las muchachas se dan cita en el domicilio de quien representará a la Verónica para "vestirse". Mientras tanto, los Cofrades que participarán en la procesión y la Guardia Romana se concentran también en el domicilio de la Verónica, cumpliendo con la tradición de esperar pacientemente el inicio del recorrido, ya que nadie, a excepción de las pocas mujeres que ayudan a las muchachas en la tarea de "arreglarse", puede verlas hasta el comienzo de la procesión.

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A la hora estipulada la Verónica y las Marías, y las dos personas que acompañarán a la Verónica (generalmente familiares muy cercanos) son recibidas por quienes allí se congregan, para luego todo el séquito de Cofrades dirigirse por las calles más céntricas de Alagón hasta la iglesia de San Juan, donde aguardarán el comienzo de la Procesión del Santo Entierro.