Tamborrada y Procesión del Silencio en Sagunto (Valencia)
Miércoles Santo, 31 de marzo de 2010. Eran las 9 y media de la mañana. Cargados con los instrumentos y hábitos, la Sección de Tambores y Bombos y otros cofrades nos agolpábamos a las puertas del autobús que poco después nos llevaría rumbo a Sagunto.
No era un día cualquiera. Era la primera vez que participábamos en un evento de estas características fuera de nuestra comunidad autónoma. Estábamos todos. Llevábamos un año esperando
Sobre la 1 y media de la tarde el bueno de Joan y otras personas de la Cofradía de la "Puríssima Sang" nos recibían a escasos metros del Ayuntamiento de Sagunto. Después nos acompañaron a unos locales que habían preparado para que dejásemos todas nuestras cosas y como vestuario, para después llevarnos a comer una buena paella en un restaurante cercano. Allí nos esperaban otros componentes de la Mayoralía 2010 de la Cofradía, entre ellos Donís, el Clavario de 2010.
Tras la comida de Hermandad hubo un intercambio de regalos por parte de la Cofradía de Sagunto y la nuestra.
A continuación, realizamos una visita turística por la ciudad recorriendo sus principales calles y monumentos. Tuvimos la oportunidad de visitar la iglesia de la Sangre, sede de la Cofradía de Sagunto, que guarda en su interior todos los pasos o andas y un pequeño museo sobre la propia Cofradía. Y finalizamos el recorrido en el Calvario, desde donde las vistas del castillo y la ciudad de Sagunto son espectaculares.
Una pausa para reponer fuerzas en una cafetería porque llegan los momentos que todos esperábamos.
Minutos antes de las 6 de la tarde comienza la Tamborrada desde casa de Donís. El desfile nos llevó por las calles más importantes del casco antiguo de Sagunto.
Nuestro corazón aceleraba su ritmo, pues en todas las calles, en todas las esquinas, cientos de personas clavaban sus ojos en nuestros bombos y tambores. La gente abarrotaba todos los puntos del recorrido mientras interpretábamos nuestras marchas más importantes.
Llegando a la plaza del Ayuntamiento incluso la Cuadrilla de Concurso se animó a interpretar las marchas que durante muchos meses atrás había ensayado para participar en los concursos de La Puebla de Alfindén y Zaragoza.
¡Anda, si es un cámara de "la Sexta"!
La gente aplaudía con fuerza a la conclusión de cada marcha. La experiencia fue impresionante.
Concluye el pasacalles a las puertas de la casa de Donís y, tras recibir las felicitaciones de numeroso público, nos quitamos los hábitos para ir a dar buena cuenta de la cena que nos había preparado la Mayoralía de la Cofradía saguntina.
Nos preparamos para la cita más importante del día. A las 10 y media de la noche comienza la Procesión del Silencio, presidida por los pasos del Ecce Homo y del Cristo de la Buena Paz. Una alfombra morada cubre cada palmo del recorrido. Las luces de todas las calles por donde pasa la procesión están apagadas. La ciudad de Sagunto enmudece. El silencio sepulcral solamente es roto por el sonido de nuestros bombos y tambores. Cientos de cofrades vestidos con túnicas negras iluminan el recorrido con sus grandes hachas.
Finaliza la procesión y regresamos a casa de Donís, donde la Mayoralía de 2010 nos ofrece un pequeño refrigerio para reponer fuerzas. Estamos muy cansados pero el esfuerzo ha merecido la pena por los momentos vividos. El autobús nos trae de regreso a Alagón.
Desde estas líneas queremos agradecer a toda la Cofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo de Sagunto su invitación a la Procesión y Tamborrada del año 2010. Y en especial a Donís, a Joan, a la Mayoralía de 2010, por hacernos partícipes de su Semana Santa. Por abrirnos sus corazones y brindarnos una gran acogida en nuestra visita. Por el trato y cariño dispensados desde que les conocimos. Por ser los mayores culpables de la amistad que nos une.
La Semana Santa saguntina. Fiesta de Interés Turístico Nacional. Una experiencia inolvidable. Ojalá el tiempo nos permita volver a disfrutarla.
Fotografías: Daniel Escartín Alberuela
Galería fotográfica de Kiwi Osma
Galería fotográfica de Daniel Escartín
